Jabón de Aloe Vera y Menta

Todo el mundo sabe que el Aloe es como un milagrito para la piel, es muy cómodo tener una planta en casa (casi se cuida solo) y me salva del dolor y la inflamación cuando me quemo en la cocina. Así que me puse a investigar y a informarme y resulta que se puede hacer un jabón con muchísimas cualidades:

Tenía muchas ganas de hacer este jabón, pero me daba penita cortarle hojas a mi Aloe. Que después de la lluvia de estos días estaba precioso, pero bueno, ahora continúa muy gordito y con una gran hoja menos.

Es humectante, quita impurezas, suaviza, ayuda a cicatrizar, mejora las marcas en la piel, regenera las células, es antibacteriano... Además es un estupendo filtro solar y se recomienda en pieles irritadas, con acne, psoriasis, eczemas y quemaduras.

A mí me gusta utilizarlo cuando se irrita la piel después de la depilación y también dicen que es estupendo para el afeitado masculino.

El Aloe lo utilizan muchísimo en cosmética, es un gran aliado por sus propiedades rejuvenecedoras porque posee mucha vitamina C, E, y provitamina A.

Esta planta no aromatiza por sí sola el jabón, y combina muy bien con la menta, por este motivo, he elegido este aceite esencial para complementarlo. La menta desintoxica la piel y es antialergénica, aliviando el picor y la inflamación de las picaduras de insectos. Y es una excelente reguladora de grasa. Sin olvidar la frescura que deja tras la ducha y el aroma a limpio.

Esta vez en el base que es de aceite de oliva virgen extra, le he añadido un 10 % de aceite de coco, para que tenga mucha más espuma, que eso siempre gusta.

Así que el resultado ha sido un  jabón cremoso, muy aromático (no os imagináis como huele mi lavavajillas después de meter los moldes ;) ) y  bonito, veteado gracias a la pulpa del aloe de mi terraza.

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