Un suave saquito de dormir

El peque de la casa tiene un reflejo especial desde que nació, en cuanto lo tapas en la cama, automáticamente lanza las piernas hasta que se libera de cualquier intento de no quedar congelado.
Así que en cuanto llega este tiempo me entra el agobio, de madre exagerada, y me paso la noche tapándolo y despertándome para mirar desesperada lo bien que se le da destaparse.

Así que pensando pensando, se me ocurrió convertir una bata manta de elefante que le gusta y es de su tamaño, en un suave saquito para la noche. Y aprovechar el gorrito para jugar a los disfraces. La bata es de primark, y cuesta 8 euros. Así que baratito, baratito. Es suave, no pesa nada, y aunque no sea de algodón, como todos sus pijamas lo son, y el saco va por encima, no hay problema.


La prueba ha sido superada, y además para su alegría (y disgusto de su papá) puede andar con él perfectamente, así que ahora en lugar de pasitos por la noche, escuchamos como un especie de arrastre hasta que se sube a nuestra cama, jijijiji.  Eso sí, calentito y no en estado de cubito de hielo, lo que es de agradecer.

Hacerlo es facilísimo, y he aprovechado las patitas del elefante (guantes de la bata) para hacer los tirantes. Le he puesto un poquito de velcro (de los chinos), lo compré para hacer material escolar pensando que tendría adhesivo y resultó de coser. Lo he añadido con cuidado con costura de zig zag, un poquito alejado del borde, para que no le moleste.

Mirar que guapo y qué bien le queda el apañito de mamá.









Comentarios

  1. Sara! Hazte otro saco para ti, así ya no serás cubito de hielo...eso sí, éste le gustará menos aún a Jorge, ji ji ji!

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    1. jajajajaja, me encanta tu comentario!!! Cualquier día me hago uno, a ver si me dejan toda la cama para mí :).

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