Juega que te juega

Juega que te juega, un ratito cada día.

Hay una frase en un muro de mi ciudad que dice "Porque sueño no estoy loco" y en un curso de psicoanálisis en el juego infantil recuerdo que nos dijeron, "porque juego no estoy loco"... y me encantó.

Considero que jugar es fundamental para el desarrollo de los niños, y por qué no, para los adultos que queremos seguir desarrollándonos.

Llevamos una vida con un ritmo que no da tregua, trabajos, clases, obligaciones del hogar... y tenemos que frenar o nos volveríamos locos.

Una bonita manera de parar es jugar con nuestros hijos. No es fácil,  nos podemos sentir ridículos, a mí alguna vez me cuesta, no os voy a mentir. Necesitamos imaginación, desconexión, creernos cosas imposibles, como que de unas orejeras salen rayos o que vamos montadas a cabello en un bosque de hadas... jejeje.

Yo por mi profesión me siento más cómoda en juego dirigido, talleres, juegos de mesa, manualidades... qué están muy bien, pero no es la idea que os quería transmitir hoy.

El real, el curativo, el que nos ayuda a conocernos y conocerlos a ellos más a fondo, es el juego simbólico y libre, por lo menos para la edad que tienen mis hijos. Así que... nos ponemos cómodos, nos quitamos los zapatos y al suelo.

Yo desde aquí os invito a curar a sus peluches, a darle teta a sus muñecos, a tomar ricos cafés imaginarios y os sorprenderá el resultado.