Poco a poco, pasito a pasito

Desde que estamos aquí hemos vivido días de todo tipo (o mejor dicho ratos), buenos, malos y regulares, pero muchos más buenos que malos, ¡no os asustéis!

Antes de ayer creo que fue el más intenso de todos, y eso que la intensidad forma parte de nuestra vida últimamente.

¡Empezábamos el cole! Bueno, más bien lo empezaban mis hijos, pero lo viví de manera bastante personal, debe de ser la costumbre que tengo de empezar siempre el cole,  jejeje. Y a falta de uno mío este curso, me mimetizo con mis hijos.

Y no os penseis que ha sido fácil, lleva toda una parafernalia; búsqueda, preparativos, visualizaciones positivas... y muchas horas de conversaciones, que no pueden faltar en cualquier decisión importante.

Antes de saber si nos mudábamos, la educación de nuestros hijos era un punto fundamental a la hora de tomar la decisión, y con ese tema somos un poco "petarditos" ( por no decir neuróticos). Ser maestra es terrible para según que cosas.

El verano pasado hicimos un tour por Irlanda, porque ya nos rondaba por la cabeza venirnos a vivir aquí, y era un poco raro no conocer el país donde quieres instalarte. Los coles es lo que más nos echó en un principio para atrás, la mayoría de los colegios eran católicos y separaban por sexos. Ojo, que no estoy criticando a los colegios católicos ni la separación por sexo, que nadie se ofenda, es bueno que haya opciones diversas para poder elegir, y que cada familia encuentre lo que desea, pero ésta no era la opción educativa que buscábamos para ellos.

Así que nos pusimos a investigar, y encontramos unas escuelas también públicas llamadas Educate Together, que aceptaban a todos los niños por igual, sin distinción de sexo, religión, raza, país de procedencia... ¡esto ya nos cuadraba más! Y con una linea educativa que parecía respetuosa y bonita. La parte negativa es que había pocos y estaban muy solicitados...  Aquí en Irlanda, los apuntan a la lista de espera desde que nacen, así que nosotros llevábamos unos años de retraso.

Pero se obró el milagro, y en uno de ellos quedó una plaza para mi hija mayor, y automáticamente el pequeño se saltó a 180 niños que tenía por delante al entrar su hermana. ¡Qué contentos nos pusimos! Todavía no teníamos piso, pero teníamos COLEGIO.

Y a partir de aquí, pues lo normal: compra de libros, material escolar, marcar la ropa con una maquinita del lidl que va de lujo, y hacer las etiquetas para los libros. Además aquí, tienes la opción de que te los vendan forrados, qué suerte! Así que a ello nos pusimos, todo como muy "festivo",  para que los peques lo vivan como algo positivo, porque lo es.

Y llegó el momento tan preparado y esperado, y al cole que nos fuimos. Todos contentos y alegres....

¡Hasta que Juan la lió!

Cuando le pidieron que colgara la chaqueta en la percha donde ponía su nombre, y vio que además de no entender a su dulce profesora, tenía que leer muchos nombres en minúscula que estaban en la pared, sus ojitos se abrieron exageradamente y grito: "Esto es un cole de mayores y ¡yo no sé leer!" y empezó a llorar tan fuerte y a intentar escapar con tanta intensidad, que otras mamás (mientras yo aguantaba el tipo con dificultades) se pusieron a llorar (no os digo más).

Pero miremos la parte positiva, este detallín nos ha ayudado a integrarnos en el cole y a que todos nos conozcan. Porque para todos los niños de la clase de Juan era el primer día de colegio, y el único que no estaba sentadito en su sillita con carita sonriente y tranquilo, era él. ¿Será la sangre?

Bueno, llevamos tres días, y va muy contento. Pero en la despedida llora de forma automática, es decir adiós y parece que le haya dado a un botón de encender el llanto muyyyy ruidoso. Pero nos han asegurado que se calma enseguida,  él mismo me ha contado que lo consuelan muy bien, con abrazos y mimos. Y ayer cuando le puse la cena y la probó, me dijo: "!Excellent mami, significa que está muy rica. Es lo que me dice mi teacher cuando le enseño los dibujos." Os podéis imaginar la risa que nos entró.

Y la mayor... ahí va feliz, positiva que es ella, con unos libros en inglés y gaélico que dan vértigo, pero está muy orgullosa de lo bien que lo hace. Eso sí, con mucha ayuda de la profesora y con unas ganas tremendas de entender los cuentos que le leen.

- ¿Tu crees mami, que tardaré muchos días en entenderla? es que los cuentos parecen muy bonitos pero me pierdo. Aunque la profe me acaricia el brazo, me sonríe y me dice que lo estoy haciendo bien, pero me tiene que explicar las letras que tengo que poner en los huequitos. 

Poco a poco, step by step...

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