Sin tiempo para escribir
Llego ahora del taller, por tercera vez consecutiva y hoy tampoco está la pieza... el primer día me enfadé y pensé "qué suerte tienen que me de vergüenza decir cuatro cosillas en inglés y hacer el ridículo..." pero hoy ya me ha entrado la risa. Será que se me está pegando está filosofía isleña que tienen aquí, y que buena falta hace para vivir con más calma.
Seguimos contentos, cada vez un poquito más, nuevos amigos, risas, cenas y excursiones.
El pequeño va hablando inglés mientras juega, ya dice que su tutora es guapísima y buena, vamos que lo tiene enamorado.
La mayor continúa feliz y poco a poco se va poniendo al ritmo de su clase, aunque a ratitos se pinta las uñas con el lápiz y se las desmaquilla con la goma de borrar. Mientras el príncipe se echa pequeñas siestecitas en el pupitre porque... "es muy duro mami, ¡qué en algunos momentos no nos enteramos de nada!". Bueno... estrategias de supervivencia tienen, eso seguro.
Yo ya voy entendiendo mucho mejor lo que me dice la gente y me voy comunicando algo más, pero todavía me queda mucho camino que recorrer.
He empezado a trabajar, poquitas horas, para poder compaginarlo con mis peques, reconozco que la docencia me resulta algo adictiva. Así que aunque mi vida de mujer florero era espectacular, he recaído.
Como os estaréis imaginando, porque apenas toco el blog, estas semanas han sido un no parar, hace buen tiempo y estamos aprovechándolo. Supongo que como nos habían puesto el clima tan negro, ni nos lo creemos. Sale el sol, y nos entra el estrés porque... ¡algo hay que hacer! Pero claro, últimamente es que el sol no se esconde y termina uno hasta con ganas de que llueva.
Hemos salido de noche cultural, visitado castillos, villas, parques con animales, mercadillos (con puestos españoles de croquetas, tortilla de patata y arroces) cómo en casa, pero junto al mar...
Ya la palabra picnic forma parte de nuestra rutina. ¡Qué pronto se acostumbra uno a lo bueno!
Aunque reconozco que también echamos mucho de menos a la familia, a los amigos... y tenemos ganicas de daros a todos un achuchón.
Bueno, no me quiero poner melancólica.. que además llegan fechas muy especiales y como dicen que más vale una imagen que mil palabras os dejo unas fotitos de una de las excursiones de estos días: El Castillo de Trim. ¡Precioso!
Muchísimos besitos a todos desde lo alto del castillo.
Seguimos contentos, cada vez un poquito más, nuevos amigos, risas, cenas y excursiones.
El pequeño va hablando inglés mientras juega, ya dice que su tutora es guapísima y buena, vamos que lo tiene enamorado.
La mayor continúa feliz y poco a poco se va poniendo al ritmo de su clase, aunque a ratitos se pinta las uñas con el lápiz y se las desmaquilla con la goma de borrar. Mientras el príncipe se echa pequeñas siestecitas en el pupitre porque... "es muy duro mami, ¡qué en algunos momentos no nos enteramos de nada!". Bueno... estrategias de supervivencia tienen, eso seguro.
Yo ya voy entendiendo mucho mejor lo que me dice la gente y me voy comunicando algo más, pero todavía me queda mucho camino que recorrer.
He empezado a trabajar, poquitas horas, para poder compaginarlo con mis peques, reconozco que la docencia me resulta algo adictiva. Así que aunque mi vida de mujer florero era espectacular, he recaído.
Como os estaréis imaginando, porque apenas toco el blog, estas semanas han sido un no parar, hace buen tiempo y estamos aprovechándolo. Supongo que como nos habían puesto el clima tan negro, ni nos lo creemos. Sale el sol, y nos entra el estrés porque... ¡algo hay que hacer! Pero claro, últimamente es que el sol no se esconde y termina uno hasta con ganas de que llueva.
Hemos salido de noche cultural, visitado castillos, villas, parques con animales, mercadillos (con puestos españoles de croquetas, tortilla de patata y arroces) cómo en casa, pero junto al mar...
Ya la palabra picnic forma parte de nuestra rutina. ¡Qué pronto se acostumbra uno a lo bueno!
Aunque reconozco que también echamos mucho de menos a la familia, a los amigos... y tenemos ganicas de daros a todos un achuchón.
Bueno, no me quiero poner melancólica.. que además llegan fechas muy especiales y como dicen que más vale una imagen que mil palabras os dejo unas fotitos de una de las excursiones de estos días: El Castillo de Trim. ¡Precioso!
Muchísimos besitos a todos desde lo alto del castillo.
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