"El libro rojo de las niñas" La capacidad de apreciar que todo cambia (dentro y fuera)

Hoy no tengo muy claro si escribir la entrada, estoy muuuyyyy apática, sin ganas de nada. Y he pensado que hay un libro (para niños) maravilloso que explica estupendamente el por qué me siento así.

A mí me ha costado mis añitos reconciliarme con mis ciclos, y días como el de hoy tengo mis dudas de haberlo conseguido. Soy como una montaña rusa hormonal, ¡qué le vamos a hacer!, todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes, lo importante es conocer y entender por qué nos sucede.

Este libro lo descubrí en un curso sobre sexualidad infantil, al que acudimos los dos papás deseosos de que nos echaran una mano. Especialmente para sentirnos más seguros a la hora de contestar las miles de preguntas (los niños son curiosos por naturaleza), de esas en las que tu cerebro empieza a ir muy rápido y por libre: "no me puedo creer que me esté preguntando ésto", "me podría tragar la tierra un ratito", " naturalidad sobre todo naturalidad"... y "sinceridad, hay que contestar la verdad y sólo lo que preguntan", "no te pongas nerviosa y empieces a divagar".... Así nos pegamos una buena temporada.

Parece que las respuestas les convencieron y que no lo hicimos demasiado mal porque ahora su curiosidad está enfocada en otras temáticas. ¡¡¡¡¡Ufffff!!!!!!

Durante aquellos días, y dado el afán de conocer y descubrir aspectos de la sexualidad que mostraban mis hijos, compramos varios libros sobre el tema. Uno de nuestros preferidos es "El libro rojo de las niñas" un libro precioso que habla sobre el ciclo menstrual. En cuanto lo leí, pensé en mi hija, en la ayuda que le iba a proporcionar el libro para comprenderse y quererse. Y por qué no, en mi hijo, para apreciar y valorar a las mujeres de su alrededor.

Hace un símil de la mujer con la naturaleza, y nos recuerda que no siempre es primavera. En algunos momentos nos sentimos en invierno, que nuestro ciclo es como las estaciones del año y va acompañado por la luna.

Otra idea que me parece fundamental del libro, es que dice que a veces tu cuerpo te pide que te detengas, que aprendas a obedecerte, porque los silencios, descansos y oscuridad te nutren y regeneran. Pienso que este tipo de cosas cuanto antes las aprendas mejor.

Así que uno de los libros más especiales y feministas que tenemos en nuestra estantería infantil es éste. Ya sólo el color hace que te llame la atención a menudo, a mis hijos les gustan sus dibujos (naturales y de tribu), y el toque misterioso que tiene cuando habla de la luna, de la naturaleza, de la sangre...  Y la madre hay que reconocer que también lo coge de vez en cuando para echarle un ojo, confieso que me hubiera encantado tenerlo de pequeña.